13 de Abril 2024
En ciudad, ¿es importante no circular a más de 50 kilómetros por hora?
La seguridad vial es un tema de suma importancia, no sólo para quienes se encuentran al volante, sino también para los peatones que comparten las mismas calles y avenidas. Debido a esto, a menudo surgen dudas acerca de las reglas que debemos seguir y las velocidades máximas permitidas en ciudad. Para resolver estas inquietudes, vamos a explotar una norma en particular: la importancia de no superar los 50 kilómetros por hora mientras se conduce en la ciudad.
¿Por qué no se debe superar los 50 km/h en ciudad?
La norma establece que no debemos exceder los 50 kilómetros por hora en ciudad por una buena razón. Este límite de velocidad no es sólo para evitar ser sancionados por exceso de velocidad, sino tiene un propósito de índole más humana y que tiene que ver con la posibilidad de sobrevivir de un peatón en caso de atropello.
Cuando aumentamos la velocidad de un vehículo, aumenta de forma exponencial la energía que acompaña a este debido a su masa y su velocidad. En caso de un atropello, esa energía es transferida al peatón y puede causar lesiones graves o incluso la muerte.
De acuerdo a estudios en seguridad vial, las posibilidades de sobrevivir a un atropello para un peatón son del 90% si el vehículo circula a 30 km/h. Esta posibilidad se reduce al 50% si la velocidad aumenta a 50 km/h. Y si el vehículo circula a 80 km/h, la posibilidad de sobrevivir del peatón es casi nula.
¿Y qué sucede con las calles y avenidas anchas?
Es importante destacar que, sin importar el ancho de las calles y avenidas, la normativa de no superar los 50 kilómetros por hora en ciudad sigue estando en vigor. Un error común es creer que estas avenidas más anchas permiten acelerar sin mayor riesgo, pero el peligro persiste, particularmente para los peatones y ciclistas que puedan estar cruzando o compartiendo la vía.
Conclusión
Debemos recordar que las normas y reglamentos de tránsito han sido creados con un propósito: garantizar la seguridad de todos los que compartimos las vías. Mantener la velocidad dentro de los límites permitidos no solo nos previene de recibir sanciones, sino que nos ayuda a evitar accidentes y proteger la vida de quienes transitan junto a nosotros. En ciudad, es vital no superar los 50 kilómetros por hora.